viernes, 1 de abril de 2016

Orientaciones para evaluar proyectos de "Aprendizaje y servicio solidario" (2015)

Dentro de la "Guía de evaluación de centros educativos desde la perspectiva de la educación inclusiva", una de las temáticas que he trabajado ha sido el de la metodología de enseñanza-aprendizaje basada en el "Aprendizaje y servicio solidario". Una de las medidas que últimamente están difundiéndose como una medida de intervención que promueve la inclusión social y educativa de las personas es la de promover metodologías de enseñanza-aprendizaje basadas en los principios del “aprendizaje y servicio”. Consiste en que un grupo de personas deciden diseñar un proyecto que se aplicará en un contexto real. Para diseñar ese proyecto, deben contar con las orientaciones del profesorado y con todo el material que busquen y consulten para diseñarlo. Cada componente del grupo de trabajo asume un rol, y se produce un intercambio de ideas, conocimientos y habilidades que permite al alumnado enriquecerse mutuamente. El alumnado necesitará formarse en aquellos conocimientos y destrezas necesarios para poder emprender su proyecto, participando en actividades formativas o entrevistando a personas de interés. También es importante que mantengan un contacto con el contexto sobre el que van a intervenir, para conocer las principales necesidades de las personas que habitan en ese contexto y que, a su vez, todos puedan enriquecerse con sus ideas. Ese proyecto se lleva a la práctica, y se van evaluando los resultados a la vez que todo el proceso de diseño, desarrollo e implantación del proyecto. En el proceso de evaluación, también participan todas las personas que se han beneficiado del trabajo que han hecho estos alumnos y alumnas.

Esta metodología de enseñanza-aprendizaje es aplicable a cualquier nivel educativo. Se recomienda consultar los materiales elaborados por la Fundación Zerbikas, una de las promotoras de esta metodología. Es el centro promotor de aprendizaje y servicio solidario en Euskadi1. Entre los ejemplos, podríamos citar algunos:
  • Un grupo de estudiantes del ciclo formativo de animación sociocultural diseñan un teatro callejero basado en la historia de la Constitución Española de 1812, para un grupo de escolares. Llevan a la práctica los conocimientos adquiridos, y deben formarse para poder diseñar el proyecto, conocer la historia de la Constitución de 1812, saber elaborar los trajes y cómo conseguirlos, etc.
  • Un grupo de estudiantes del grado de Educación Primaria, en una asignatura sobre el uso de las TIC aplicadas a la educación, necesitan aprender las posibilidades de las WebQuests dentro de las aulas. Para ello, un día acuden a un aula y llevan a la práctica una WebQuest que enseña al alumnado cómo llevar a cabo una alimentación saludable.
  • Un grupo de ingenieros, como parte de su formación, construye un parque infantil para los niños de un barrio marginado.
  • Unos estudiantes de Hostelería deciden aprender sobre gastronomía gaditana, y para ello organizan una pequeña fiesta para un colegio, donde se les ofrecerá al alumnado del comedor un menú especial gaditano.
Dentro de estas metodologías, el trabajo en equipo es imprescindible para que haya aprendizajes y resultados positivos, aunque sobre todo debe evaluarse el proceso. Se debe tener en cuenta más el progreso que haya desarrollado el alumnado que los resultados en sí obtenidos, además de que luego los beneficiarios de ese proyecto podrán evaluar la labor realizada por este grupo de alumnos y alumnas. Los grupos que se forman deben ser los más heterogéneos posibles, incorporándose el alumnado con NEAE dentro de ellos.

A continuación, expondremos una serie de cuestiones que podrían formularse para evaluar el rendimiento y resultados de aquellos que hayan llevado a cabo una metodología de “aprendizaje y servicio” con su alumnado:

Cuestiones:
  1. ¿Se han programado actividades cooperativas donde el alumnado deba desarrollar un proyecto a aplicar en su escuela o en su barrio?
  2. En los grupos cooperativos donde han tenido que desarrollar proyectos reales a aplicar, ¿los grupos han sido heterogéneos?
  3. ¿Se ha organizado previamente un seminario de formación dirigido al alumnado, para que comprendiera qué iba a hacer, cómo y con qué finalidad?
  4. ¿El alumnado ha mostrado confianza desde el primer momento en esta forma de trabajar, y en que podría traer resultados positivos?
  5. ¿El alumnado que presenta más dificultades ha aprendido gracias a las aportaciones y a la ayuda de sus compañeros/as dentro de los grupos cooperativos establecidos?
  6. ¿Las relaciones entre el alumnado con necesidades educativas con los que no las poseen ha sido de ayuda, de sobreprotección o de cooperación?
  7. ¿El profesorado ha orientado adecuadamente al alumnado a la hora de diseñar sus proyectos y ponerlos en práctica?
  8. ¿El profesorado ha participado con cada grupo cooperativo en la búsqueda de información?
  9. ¿El profesorado ha sido útil como mediador o portavoz en las relaciones entre los grupos y la comunidad, es decir, en el entorno donde iban a aplicar el proyecto?
  10. ¿El alumnado se encuentra satisfecho con lo aprendido en las experiencias de “aprendizaje y servicio” que se han llevado a cabo?
  11. ¿El alumnado valora positivamente lo que ha aprendido y el servicio que presta a la comunidad?
  12. El alumnado, a la hora de comenzar a analizar la realidad y diseñar el plan de actuación, ¿es consciente de lo que está haciendo y por qué lo está haciendo, en relación a la metodología de “aprendizaje y servicio” que se está llevando a cabo en el aula?
  13. ¿El profesorado ha tenido dificultades a la hora de llevar a la práctica esta metodología de enseñanza-aprendizaje? En caso afirmativo, justificar la respuesta.
  14. ¿El profesorado ha sabido mediar en los conflictos que hayan podido surgir durante el trabajo en equipo en cada grupo?
  15. ¿Se ha entrenado al alumnado, previamente, en habilidades sociales para el trabajo en equipo dentro de grupos heterogéneos?
  16. ¿El alumnado ha aprendido a resolver conflictos de forma pacífica durante el trabajo en equipo (por ejemplo: negociación, asertividad, diálogo, etc.)?
  17. ¿Se ha trabajado, de manera transversal, la educación en valores, dentro de los proyectos planteados? Justificar la respuesta.
  18. ¿Se han promovido momentos para permitir que el alumnado se acostumbre a debatir y tomar decisiones antes de llevar a cabo una actuación determinada?
  19. ¿El alumnado se ha mostrado motivado a lo largo del proceso de enseñanza-aprendizaje que se estaba llevando a cabo con esta metodología?
  20. ¿Considera que los objetivos de aprendizaje que se habían marcado al inicio de estos proyectos se han alcanzado?
  21. ¿La comunidad se encuentra satisfecha con la labor realizada con el alumnado?
  22. ¿El alumnado, a pesar de estar trabajando autónomamente, suele pedir ayudar al profesorado cuando la necesita?
  23. ¿El alumnado está desarrollando hábitos de autonomía, iniciativa y toma de decisiones gracias a estas experiencias?
  24. ¿Considera que el alumnado está desarrollando el espíritu emprendedor y habilidades para ponerlas en práctica gracias a su participación en estas experiencias?
  25. El alumnado que presenta altas capacidades intelectuales, ¿ejecuta un rol activo dentro de estas experiencias, ayudando a sus compañeros y pidiéndoles ayuda para aquellas tareas que más les cuesten?
  26. El alumnado más avanzado, ¿afianza sus conocimientos y habilidades cuando ayuda a otros compañeros/as del grupo?
  27. ¿Se considera que el alumnado está mejorando sus estrategias de comunicación gracias a su participación en estos proyectos?
  28. ¿El ambiente de cooperación es óptimo, o en su lugar hay alguien que ejerce de “líder” y hace de todo mientras los demás miran?
  29. ¿Las familias tienen un papel relevante en las dinámicas de trabajo de “aprendizaje y servicio”?
  30. ¿Las familias han apoyado que se implanten las dinámicas de trabajo de “aprendizaje y servicio” aunque suponga que sus hijos e hijas deban salir algunas veces de su aula?
  31. ¿La Administración educativa ha puesto demasiadas limitaciones a la hora de permitir la propuesta de dinámicas de trabajo basadas en el “aprendizaje y servicio”?
  32. ¿La participación en dinámicas de trabajo de “aprendizaje y servicio” ha permitido que todos (alumnado, profesorado, familias, etc.) hayan reflexionado de forma crítica sobre su propia escuela y comunidad, en relación a lo que necesita mejorar?
  33. ¿Considera que el autoestima y el autoconcepto del alumnado ha evolucionado de forma positiva gracias a su participación en dinámicas de trabajo de “aprendizaje y servicio”?
  34. Los resultados obtenidos en las experiencias de “aprendizaje y servicio”, gracias a la labor del alumnado, ¿han sido difundidos en diversos medios (redes sociales, prensa, televisión, blog del centro, etc.) con el objetivo de informar y dar a conocer nuevas maneras de aprender?
  35. ¿El alumnado ha tenido oportunidad de exponer los resultados de sus proyectos?
  36. ¿El alumnado recoge sus progresos y las tareas que va realizando en algún medio escrito (diarios, portafolios, mapas, etc.)?
  37. ¿El profesorado ha facilitado la disponibilidad de momentos para que el alumnado pudiese establecer una comunicación con los sujetos a los cuales ayudaba o intervenían (familiares, vecinos, asociaciones, etc.)?
  38. ¿Se puede considerar que todo el alumnado, incluyendo aquel que presenta necesidades específicas de apoyo educativo, ha evolucionado positivamente gracias a su implicación en proyectos de “aprendizaje y servicio”?
  39. Al finalizar el proyecto, ¿el alumnado tiene la oportunidad de recibir una valoración de su trabajo y de auto-evaluarse? ¿Qué se hace para lograrlo?
  40. ¿Cómo se evalúa al alumnado por su participación en proyectos de “aprendizaje y servicio”?
  41. ¿Las personas de la comunidad a la cual han intervenido dentro del proyecto que han ejecutado han valorado positivamente la labor de estos alumnos y alumnas?
  42. ¿Las personas de la comunidad a la cual han intervenido dentro del proyecto han aportado sus conocimientos y propuestas a lo largo del proyecto, o se han mostrado muy pasivos?
  43. ¿El alumnado de cada grupo de trabajo cooperativo que ha desarrollado un proyecto o tareas específicas dentro de un proyecto de “aprendizaje y servicio” tiene la oportunidad de reunirse para contrastar sus aprendizajes y resolver dudas? En caso afirmativo, ¿en qué momentos y cómo se plantea?
  44. ¿El profesorado puede dedicar suficiente tiempo para que tanto ellos como el alumnado puedan reflexionar sobre lo que están aprendiendo y viviendo con la realización de estos proyectos de “aprendizaje y servicio”?
  45. ¿Cómo el alumnado va evaluando los progresos y resultados que sus proyectos están produciendo en el contexto donde está interviniendo? ¿Cuál es el papel que tiene el profesorado en esta función?
  46. ¿El alumnado siente que lo que está haciendo en el entorno está resultando útil para mejorarlo, al menos algún aspecto concreto?
  47. ¿Se han logrado integrar dentro del proyecto de “aprendizaje y servicio” diferentes contenidos de diferentes áreas del currículo?
  48. ¿El alumnado ha mostrado satisfacción por lo realizado, e interés en volver a participar en proyectos similares o al menos unirse a asociaciones u otras instituciones para participar en actividades de voluntariado?
  49. ¿El alumnado ha aprendido más sobre ciudadanía democrática, derechos humanos y respeto a medida que iba desarrollando el proyecto?
  50. ¿El alumnado ha desarrollado la capacidad de ponerse en el lugar de los demás (la empatía) a la hora de analizar los problemas de la sociedad que tiene a su alrededor y de intentar ayudarles con sus proyectos?
  51. ¿El alumnado ha ganado mayor confianza en sí mismos gracias al desarrollo y puesta en práctica de sus proyectos?
  52. ¿Las habilidades sociales del alumnado han sufrido mejoras gracias a su participación en el proyecto?
  53. ¿El alumnado se siente orgulloso por todo lo que ha logrado, o manifiesta que podría haber hecho más? ¿Considera que todo el esfuerzo ha valido la pena?
  54. ¿El alumnado está dispuesto a seguir participando en proyectos de “aprendizaje y servicio”?
  55. ¿El alumnado se ha sensibilizado más con los problemas de su entorno gracias a su participación en proyectos de “aprendizaje y servicio”?
  56. ¿El nivel de absentismo escolar se ha visto reducido en clase a partir de la implantación de los proyectos de “aprendizaje y servicio” dentro de la programación didáctica?
  57. ¿El alumnado ha mejorado sus competencias profesionales gracias a su participación en proyectos de “aprendizaje y servicio”?
  58. ¿El alumnado ha aprendido a respetar a sus compañeros/as, a ayudarlos y a respetar sus puntos de vista desde que se están trabajando en proyectos de “aprendizaje y servicio”?
  59. ¿El alumnado ha tenido posibilidad de reflexionar acerca de sus principios y de su escala de valores gracias a la participación en los proyectos de “aprendizaje y servicio”?
  60. ¿Ha habido ocasión de analizar cuáles de los estereotipos que tenía el alumnado al comenzar su participación en proyectos de “aprendizaje y servicio”, en relación a un grupo social determinado, han evolucionado tras su participación?
  61. ¿El grupo-clase tiene un blog o un libro virtual (Myscrapbook) donde puede compartir los resultados de sus respectivos proyectos con el objetivo de enriquecerse mutuamente?
  62. ¿El profesorado ha posibilitado que los diferentes grupos de trabajo puedan disponer de una plataforma de trabajo virtual en la cual puedan reflejar el proceso de aprendizaje que están llevando a cabo y subir los materiales elaborados para que el profesorado pueda valorar dicho proceso?
1Para profundizar sobre “Aprendizaje y servicio” y ver ejemplos de experiencias prácticas, les animamos a consultar su página web: http://www.zerbikas.es/

No hay comentarios:

Publicar un comentario