lunes, 17 de noviembre de 2014

Cambios en la metodología llevados a cabo por un profesor de adultos novel en un PCPI (curso 2013-2014)

Introducción

En el presente se hace un breve relato sobre las modificaciones y métodos de trabajo que llevó a cabo un docente novel cuando fue enviado a un Centro de Educación para Personas Adultas (CEPA), en un barrio obrero de la localidad de Madrid. Además de impartir algunas asignaturas en un grupo de Enseñanzas Iniciales (lo que se conoce como “Primaria para Adultos”), fue el tutor de un grupo de estudiantes de un Programa de Cualificación Profesional Inicial (PCPI) para personas adultas, concretamente de “Operaciones auxiliares en sistemas microinformáticos”. Actualmente estos programas han sido sustituidos por los ciclos de formación profesional básica (FPB), con dos cursos de duración y con períodos de prácticas los dos años. El PCPI estaba compuesto por un módulo de formación básica, compuesto por dos ámbitos: El ámbito Científico-Tecnológico (Matemáticas y Ciencias de la Naturaleza) y el ámbito Socio-Lingüístico (Lengua Castellana y Literatura, y Ciencias Sociales). Luego aparte se encontraban los módulos específicos, impartidos por profesorado de Formación Profesional. Aparte se encontraba el módulo de Prevención de Riesgos Laborales y el módulo de Inserción laboral. El 50% del presupuesto destinado a la enseñanza en estos programas educativos procedía del Fondo Social Europeo.

Contexto del grupo-clase

El grupo-clase estaba formado por 13 estudiantes varones de entre 17 y 24 años. Cada uno de ellos tenía sus propias necesidades. En común tenían que eran estudiantes que habían tenido muchos problemas académicos. Revisando sus expedientes académicos, se pudo comprobar que la mayoría había tenido resultados muy negativos en las evaluaciones de todos los cursos de la ESO, habiendo llegado como mucho a 2º o a 3º de ESO. Prácticamente tenían todas las asignaturas suspendidas. Los cuestionarios iniciales que se pasaron a principio de curso y tras la llegada del nuevo docente ayudaron a descubrir la siguiente información:

  • Alumnos con todos sus familiares en paro o cobrando el sueldo mínimo. Uno de ellos vivía con otro alumno debido a que sus padres habían fallecido, y era atendido por un educador social.
  • Alumnos con desmotivación por los estudios y por su futuro laboral a causa de la crisis económica.
  • Alumnos que tuvieron muchos problemas en sus anteriores centros educativos, pero que han recapacitado y han decidido retomar los estudios.
  • Algunos de ellos habían trabajado de voluntariado o realizando trabajos esporádicos como trabajar en hamburgueserías, en ferias, repartiendo pizzas, jugando al fútbol en la cantera juvenil de un equipo de fútbol de la liga profesional, o ayudando a sus padres.
  • Algunos de ellos, tras revisar su expediente académico, se pudo comprobar que habían formado parte de programas de Diversificación curricular o incluso habiendo estudiando en un PCPI ordinario, es decir, para estudiantes de entre 14 y 16 años de edad, habiendo sido expulsados de éste por haber cumplido la mayoría de edad o no poder seguir repitiendo.

A pesar de ello, todos ellos tenían sus potencialidades. Se analizaron los trabajos y pruebas escritas realizadas durante la primera evaluación para así tener ya un punto de partida. La mayoría de ellos tenían buena capacidad para estudiar, pero necesitaban ser más constantes en el esfuerzo. Ya luego cada uno tenía dificultades en algunas destrezas o contenidos (cálculo, resolución de problemas, comprensión lectora, etc.), pero era cuestión de seguir trabajándolas.

A lo largo del curso, algunos de los alumnos se fueron dando de baja debido a su desmotivación por los estudios. No estaban motivados por lo que se aprendía, ni tampoco les motivaba el tener que esforzarse más de a lo que habitualmente estaban acostumbrados a esforzarse en el pasado. Otros, encontraron una posibilidad de trabajar en una empresa y por ello sacrificaron los estudios. Al final solamente se quedaron 6 alumnos de los 13 que estaban al principio. También, lamentablemente, predominaba el absentismo entre el grupo-clase. Aunque cierto es que, supuestamente, en la enseñanza de adultos el alumnado se matricula porque lo desea, precisamente al ser adultos es normal que tengan otros problemas personales. Así, uno de ellos faltaba mucho a clase porque estaba ocupado realizando trámites para obtener la nacionalidad española, otro porque tenía que esperar a que viniese su madre a casa para darle las llaves o porque no podía dejar sola a su cobaya, otro porque se desmotivaba y se motivaba continuamente, etc., aunque otros simplemente no venían a clase porque no les apetecía madrugar. El compañero que impartía los módulos específicos comentaba que, por experiencia de otros años, muchos estudiantes terminaban agotándose porque les resultaba muy cansino estar dos trimestres y medio asistiendo a clase durante seis horas seguidas (y encima el Módulo de Formación Básica siempre se impartía en las primeras horas de la mañana). Por ello, al final de curso pegaban un bajón. Tan solo uno de ellos asistía con regularidad a clase e iba progresando conforme pasaban los días, adquiriendo nuevos aprendizajes y madurando, y obteniendo por ello las mejores notas. Es además quien mejor respondió a los cambios que se hicieron en la metodología conforme iba pasando el curso. Una medida que se tomó, al menos, para evitar que el alumnado siempre se perdiese las clases de las mismas asignaturas cuando se retrasaba a primera hora, era cambiar el horario de los ámbitos. Con el antecesor, la primera hora y media se dedicaba para la clase del Ámbito Socio-Lingüístico, y la siguiente hora y media para el Ámbito Científico-Tecnológico. Lo que se hizo fue que los martes y jueves se comenzaba con el Ámbito Científico-Tecnológico. Además, se programaron sesiones para que, cada semana, se trabajasen todas las áreas (Ciencias de la Naturaleza, Ciencias Sociales, Lengua Castellana y Literatura, y Matemáticas). Ya en la tercera evaluación, para motivar al alumnado, se hizo un horario donde se concretaban los contenidos que se iban a trabajar, y las horas que dedicaríamos para que el alumnado realizase los trabajos por ordenador. Aunque se les daba la opción de adelantar tarea en casa, en vista de que eran adultos con su propia vida, se optó porque siempre se trabajase solamente en clase y en casa solamente repasasen para los exámenes. De esta manera, se quería motivarles para que asistieran a clase y así se controlase que trabajaban ellos solos y se resolvían todas las dudas que les surgían.

Modificaciones realizadas en la metodología de enseñanza-aprendizaje

El docente se incorporó al comienzo del mes de diciembre tras finalizar otra sustitución, ya en un colegio de Educación Primaria, para sustituir a un docente que se jubilaba. Justamente llegó el mismo día en que se jubilaba, por lo que pudieron dialogar sobre la metodología y los diferentes grupos a los que tenía que impartir clase. Le dejó un “pen-drive” con materiales y también orientaciones sobre los recursos que se utilizaba en clase. El análisis de los recursos didácticos que utilizaba mi antecesor dio lugar a las siguientes conclusiones:

  1. Cuadernos de actividades demasiado superficiales, donde no promovían la creatividad ni la reflexión por parte del alumnado.
  2. Contenidos demasiado simples para un alumnado que supera la mayoría de edad. No se pueden utilizar los mismos recursos y textos para unos adultos que para unos adolescentes, ya que los primeros tienen más experiencia de la vida. Por ello, fueron revisados para adaptarlos al perfil del alumnado con el que trabajábamos (más adelante se explica un ejemplo).
  3. Los textos de Física y Química estaban, en su mayoría, muy mal redactados. Su lenguaje era confuso y el propio docente tenía que recurrir a otros materiales de consulta para aclarar algunos conceptos.
  4. Resultaba increíble lo poco que se utilizaban los ordenadores en las clases del Módulo de Formación Básica para realizar tareas, ya que precisamente era un PCPI de Informática y el aula era de Informática.

El docente novel, entonces, decidió realizar algunas modificaciones en la programación de aula del curso, y elaborar sus propios materiales. No obstante, se procuró que la adaptación del alumnado a los nuevos métodos del docente fuese progresiva. Es importante que no solo el docente tenga un período de adaptación a su nuevo grupo y puesto de trabajo, sino que también el alumnado tenga un tiempo para adaptarse a éste. Los principales cambios que se hicieron con respecto a los recursos didácticos fueron los siguientes:

  1. Para los módulos específicos del PCPI, que eran sobre informática, se utilizaba una plataforma de formación, que era el aula virtual de EducaMadrid. Estaba desarrollada bajo el sistema Moodle. Se decidió crear tres cursos, uno para cada ámbito (Ámbito científico-tecnológico y Ámbito Socio-lingüístico), además de uno específico para la Tutoría. En él se iban subiendo todos los materiales del curso, los trabajos a realizar y el apartado para subir los trabajos, los cuales iban siendo evaluados de forma cualitativa. Cabe decir que el sistema Moodle permite al docente escribir comentarios sobre cada trabajo. También se abrió un foro de discusión con el objetivo de que el alumnado puede realizar preguntas sobre cualquier duda, además de comunicar cualquier evento de interés para el grupo-clase.
  2. Se elaboraron presentaciones de diapositivas utilizando la aplicación de Microsoft Powerpoint. Estaba estructurada de manera que se incluían multitud de imágenes, vídeos y enlaces a simuladores que ayudaban a explicar los contenidos. Se aprovechaba, por ello, la pizarra digital interactiva (PDI) que teníamos en el aula. En muchas ocasiones, se plantearon ejercicios de manera que se capturaba un “pantallazo” de la presentación para llevarlo al software “Activ-Inspire”, donde el alumnado podía escribir encima de la imagen usando el rotulador magnético (no se podía escribir con los dedos).
  3. También la posibilidad de tener una PDI era útil para proyectar documentales y películas que posteriormente analizábamos. El docente se preparaba un listado de preguntas, aunque éste era abierto porque dependía de cómo iba transcurriendo el debate. Todas las aportaciones y conclusiones se iban anotando en un documento word que posteriormente era subido a la plataforma Moodle, con el objetivo de que el alumnado pudiese consultarlo luego (incluyendo aquel que no asistiese a clase). Siempre esta película estaba conectada con los contenidos trabajados en clase. Las películas que se vieron fueron: El Gran Dictador, American History X (las dos conectadas entre sí bajo el tema del “nazismo”) y La red social, como introducción a los contenidos de educación para el emprendimiento. Anteriormente el antecesor proyectaba películas como premio al trabajo del alumnado realizado al mes, y se debatía también en clase. Ciertamente estas películas no resultaron muy motivadoras, y el hecho de poner dos películas sobre temas similares ofendió a algunos alumnos que se pensaban que queríamos imponerles una opinión sobre las diferentes razas. Hay alumnos que faltaban a clase sabiendo de antemano que ese día tocaba visionado de película, sabiendo incluso que posteriormente se realizaba un debate y un posible trabajo escrito que puntuaba dentro del Módulo de Formación Básica.

En cuanto al sistema de evaluación, sufrió cambios a lo largo del curso. En la primera evaluación, como el docente novel se incorporó en el mes de diciembre, las notas de esta evaluación fueron las que dejó el antecesor. Para la segunda evaluación, se siguieron haciendo exámenes para las materias de Lengua y Matemáticas, mientras que las materias de Ciencias Sociales y Ciencias de la Naturaleza se evaluaban a través de trabajos. Los exámenes de Lengua y Matemáticas fueron rehechos partiendo del material dejado por el antecesor. Incluían preguntas demasiado memorísticas o superficiales, no evaluando la reflexión y la creatividad, y la puesta en práctica de los conocimientos adquiridos. Por poner un ejemplo: De nada sirve que el alumnado memorice las características de los textos vulgares, científicos, literarios o cultos si luego no sabía identificar un texto de este tipo. Sobre todo, en actividades de estas características se evaluaba la capacidad de análisis y de reflexión más que la respuesta en sí.

Los trabajos estaban basados en las fichas que dejó el antecesor, pero el docente fue incorporando enlaces para que el alumnado los consultara para realizar las tareas. Luego éstos comentaron que ellos preferían buscar la información, por lo que se les permitió ello, pero a cambio el docente decidió complicar más las tareas. La intención es que el alumnado tuviera que intentar aplicar mejor los contenidos para resolver problemas, o rellenar tablas con información que había que rebuscar un poco más en la red. En el PCPI, debido al escaso margen de tiempo que hay para impartir todas las materias, se optaba por analizar una serie de conocimientos básicos de cada materia, tomando como referencia el conocimiento previo que tenía el alumnado de esas materias. Luego ya el docente decidió realizar una selección de aquellos contenidos que iban a resultarles más útiles para la vida cotidiana, independientemente de que luego estudiasen o un ciclo formativo de Grado Medio o el Nivel II de Educación Secundaria para Adultos, o simplente incorporarse al mundo laboral. Por ello, pudo profundizar con detenimiento en algunos de estos contenidos. Volviendo a los trabajos, un problema detectado fue que abusaban del “copiar y pegar”, a veces mal, por lo que para compensarlo se les pedía realizar un resumen del trabajo o superar una entrevista sobre éste. Así, se les forzaba a revisar lo que había leído y enterarse de la información.

En las diferentes tareas que se fueron planteando en la segunda y tercera evaluación, la intención era llevar a la práctica los conocimientos adquiridos. No servía de nada conocer los diferentes tipos de textos personales o institucionales si no sabían redactar uno, o conocer los tipos de textos publicitarios sin saber elaborar su propio texto teniendo en cuenta todos los elementos de los que se compone. Y también se intentó desarrollar su creatividad y la expresión escrita a través de la creación literaria, una vez analizados los distintos géneros literarios. Se partía de un tema o de una frase que debían incluir que les sirviera de motivación para empezar a trabajar. En una de las ocasiones, se les pidió crear una historia donde tenían que incluir unos elementos fijos (personajes, situaciones, escenario, etc.), pero siempre la trama a crear, con sus tres partes (introducción, nudo y desenlace) era libre. Siempre todos los trabajos de creatividad se exponían para intercambiar conocimientos y diferentes formas de presentar un texto. La ortografía se trabajaba de forma transversal aunque también se dedicaba un tiempo para analizar algunas normas ortográficas. En la tercera evaluación, se realizó un análisis detenido de las principales faltas de ortografía que cometía el alumnado. En general, todos ellos cometían muchos errores con las palabras homófonas, la acentuación de palabras y con la escritura de la “h”, entre otros. Por ello, se dedicaron sesiones para analizar las principales reglas ortográficas y, en el caso de las palabras homófonas, conocer variados ejemplos y crear frases con cada una de ellas para saber diferenciarlas entre sí. Al escribirlas, podrían acabar memorizando visualmente su escritura. También se realizaban dictados preventivos con esta finalidad, puesto que por experiencia muchas personas aprenden la ortografía por memoria visual.

El docente poco a poco dejó de utilizar los libros de texto y cuadernos que utilizaba el antecesor. Acabó finalmente preparando sus propias fichas y tareas, salvando solamente el cuaderno de Matemáticas, que sí utilizaba para la realización de ejercicios y problemas sobre los temas que se habían trabajado. Precisamente fue en Matemáticas donde se realizó una nueva secuenciación de contenidos. Una vez trabajados los problemas de proporcionalidad y porcentaje, se pasó directamente a la estadística, para aquellos interesados en estudiar un ciclo formativo de Grado Medio o acceder al mundo laboral (la estadística es necesario para realizar estudios económicos relacionados con la marcha de la empresa), y luego se trabajó el álgebra y las ecuaciones, pensando en aquellos que querían acceder al Nivel II de Educación Secundaria para Adultos. En Estadística además se profundizaron los conocimientos que habían aprendido sobre las Hojas de Cálculo, utilizando la aplicación informática libre “Calc”. La intención era que aprendieran a utilizar esta herramienta para realizar cálculos, tablas y gráficos estadísticos por si tuvieran que realizarlos para su futura empresa, sea propia o trabajando para terceros.

Ya dentro del área de Ciencias de la Naturaleza se trabajaron los aspectos más básicos a la vez que más complejos de tema de “La medida”. Para ello, se realizó un diagnóstico de lo que sí sabían hacer de su etapa en la educación primaria y secundaria obligatoria, y a partir de ahí se trabajaron los contenidos que les eran más desconocidos. Se hizo esto porque no había tiempo para más. En la segunda evaluación, debido a que el alumnado tenía dificultades para plantear los problemas, se realizaron exámenes adaptados. Estos estaban compuestos por preguntas que ayudaban a los alumnos a plantear los problemas. Por ejemplo, si estábamos trabajando los problemas de proporcionalidad y porcentaje, empezábamos formulándoles una pregunta que les obligaba a relacionar los datos para saber si la relación entre ellos era de proporcionalidad directa o inversa.

En la tercera evaluación, para conseguir motivar al alumnado, se diseñó un sistema de evaluación continua donde se premiaba la asistencia, participación y realización de diferentes tareas que se planteaban cada día. No hubo más exámenes, y para evaluar el aprendizaje de determinados contenidos, se tomaba como referencia una plantilla de criterios de evaluación que, sobre todo, evaluaba el progreso que había realizado el alumnado desde su punto de partida. Tomamos como referencia la escala utilizada para evaluar el aprendizaje de los conocimientos relacionados con las ecuaciones de primer grado y la resolución de problemas de ecuaciones:



Tabla 1: Criterios de evaluación del tema “Ecuaciones y sistemas algebraicos”, del Ámbito Científico-Tecnológico

Aquel alumnado que se esforzaba y asistía a diario, vio premiado su esfuerzo con una calificación justa que hacía pensar que su esfuerzo había dado sus frutos. Normalmente se hacía la media entre todas las puntuaciones obtenidas en cada ítem para obtener la nota final en el tema.

Antes se mencionó que se revisaron una serie de contenidos por considerarse demasiado simples para el perfil y edad del alumnado con el que trabajábamos. Entre los contenidos que se revisaron, se encuentra aquel relacionado con la “educación vial”. El contenido aportado por los libros de texto resultaba demasiado ridículo para unos estudiantes que en su mayoría disponían o se estaban terminando de sacar el carnet de conducir tipo “B”, que es el que habilita para conducir turismos. Por lo tanto, se comenzó, en primer lugar, pasando unos tests de educación vial con preguntas que iban dirigidas a alumnado de Educación Secundaria Obligatoria y otras básicas que eran extraídas de exámenes de la Dirección General de Tráfico (DGT) para obtener el mencionado carnet B. Servían para evaluar las concepciones de este alumnado sobre esta temática, y posteriormente toda la educación vial se enfocó a dos temáticas: “Primeros auxilios” y “Seguridad en la vía urbana”. En el primer caso, se analizó cómo intervenir ante un accidente de tráfico de determinadas características y aprender las principales medidas de primeros auxilios como son la posición de decúbito lateral, la maniobra de Rautek o los masajes cardíacos, o cómo apagar un incendio producido en un turismo. Se realizaron simulacros y debates sobre todos estos contenidos. Son contenidos que fueron introducidos, para algunos de ellos, en la autoescuela, y aquí fueron ampliados. También se analizó un programa de televisión donde se analizaba los riesgos y accidentes provocados por conductores y peatones que no llevan a cabo unas normas básicas de seguridad vial y urbana. Cabe decir que, el alumnado, tras terminar la sesión, acabó hablando entre ellos sobre el tema y si habían tenido experiencias negativas en relación a este asunto.

Otro tema que se trabajó en clase fue el análisis de la publicidad engañosa, en el sentido de que intentan influir en las personas para que adquieran sus productos con una finalidad determinada. Primero se trabajaron los contenidos de Lengua Castellana en relación al análisis y redacción de textos publicitarios, los cuales sí venían dentro de la programación de contenidos. Luego, se analizaron una serie de anuncios con el objetivo de intentar analizar lo que transmitían, ver los elementos que resultaban llamativos y pensar en cómo actuar ante este tipo de mensajes publicitarios, algo que explícitamente no aparecía reflejado en la programación de contenidos. Como tarea de interés, cada alumno se inventó un anuncio para intentar vender una aspiradora o una lavadora.

El docente también incluyó sus propios contenidos de interés, pensando siempre en aquellos aprendizajes que pudieran ser más valiosos para el alumnado, según el perfil que tenían. El contenido más personal que elaboró el docente fue el dedicado a la educación para el emprendimiento. Teniendo en cuenta la situación de crisis económica que atraviesa el país y la desmotivación que existía en el alumnado por asistir a clase, se pensó en que tal vez una posible salida para sus problemas sería saber cómo, entre ellos, pueden crear su propia empresa: Una pequeña empresa dedicada a la informática o a sus principales intereses y habilidades. Se justificaba su presencia en el currículo por su conexión con las ciencias sociales y con el módulo de Inserción laboral impartido por el docente que impartía los módulos específicos. Siendo alumnado de formación profesional, es importante que conozcan cómo pueden llevar a la práctica sus aprendizajes y no depender siempre de tener que trabajar para terceros. Los contenidos trabajados fueron los siguientes:

  1. Posibilidades de emprender en tiempos de crisis económica.
  2. Pasos para emprender y llevar a la práctica una idea.
  3. Análisis de las características de un Plan de Empresa.
  4. Servicios de asesoramiento y ayudas que ofrece la Comunidad de Madrid para los emprendedores.

Las tareas que se realizaron fueron las siguientes:

  1. Visualización y análisis de la película La red social, en la cual se emprendía llevando a cabo una idea basada en la creación de una red social. Resultaba interesante por el hecho de estar conectado con la Informática, que es el PCPI que ellos estaban estudiando. Se analizó la conducta del creador de la red social “Facebook”, qué necesitábamos para llevar a cabo una idea y un proyecto, cómo se podía exportar un proyecto, a qué necesidad de mercado respondía el proyecto de “Facebook”, cuál fue la fuente de idea de Zuckerberg para crear “Facebook”, cuál era el elemento diferenciador de Facebook, grado de innovación, etc.
  2. Análisis de un plan de empresa de una pequeña y mediana empresa de la ciudad de Córdoba, que realizaba tareas muy similares por las cuales ellos se estaban formando en el PCPI: Montaje y reparación de equipos informáticos, mantenimiento de sistemas informáticos, etc. Se les dio una ficha que debían rellenar con información del proyecto: Razón social, productos o servicios que ofrecen, clientes, competidores, proveedores, capacidad técnica de los empresarios, atención al cliente, marketing, política de calidad, forma de trabajar de la empresa para realizar cada función; obligaciones contables, fiscales y con la Seguridad Social, y el análisis DAFO (Dificultades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades), entre otros.
  3. Realización de un Plan de Empresa entre toda la clase, utilizando la plataforma disponible en la página web de “Andalucía emprende”, perteneciente a la Consejería de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo de la Junta de Andalucía. Aunque pertenecía a otra comunidad autónoma, el docente conocía su estructura y venía de maravilla para sus objetivos.
  4. Taller de maduración de ideas e innovación: Autoevaluación de capacidades para la innovación, percepción de oportunidades (necesidades o problemas detectados que pueden tener relación con mi idea, posibilidades de los teléfonos móviles, etc.), evaluación de alternativas, dificultades que encontramos para desarrollar nuestra idea...

En general, el alumnado no parecía demasiado convencido de que pudiera interesarles el tema. Encontraban demasiado lejano para ellos la creación de empresas, a pesar de que se les asesoró sobre las posibilidades que ofrecía la Comunidad de Madrid para ayudar a los jóvenes emprendedores. Si hubiéramos tenido más tiempo, en la tercera actividad habríamos profundizado más en los precios reales de los servicios que querían ofertar. Aunque se quiso desarrollar un Plan de Empresa para el sector de la informática, finalmente decidieron crear un taller mecánico. Cabe señalar que no todos estaban interesados en dedicarse a la informática, sino que querían acceder a estudios superiores a partir del PCPI.

Orientación y acción tutorial

La acción tutorial ha sido responsabilidad del profesor del Módulo de Formación Básica, aunque en la práctica ha sido ejercida tanto por el tutor como por el profesorado de Formación Profesional. Al principio se trabajaba de manera transversal, sobre todo en el visionado de películas y documentales sobre se analizaba el mensaje transmitido y los posibles valores que se ponían en cuestión. Con la llegada del nuevo profesor, se comenzaron a trabajar las sesiones de Tutoría Lectiva una hora a la semana, concretamente los viernes. En vista de las faltas de asistencia que había los viernes y del tiempo que disponíamos para trabajar la programación prevista, se decidió trabajar sus contenidos de forma transversal, en las propias actividades que realizábamos en las áreas del Módulo de Formación Básica. Se han realizado cuestionarios y entrevistas individuales con el objetivo de recoger información y de dialogar con cada alumno sobre su progreso académico y aquellos aspectos en los que debía de mejorar, pensando la intervención a realizar por parte del profesorado.

Los objetivos fundamentales que la tutoría se ha planteado con los alumnos son:

  • Mejorar sus hábitos de estudio y trabajo intelectual.
  • Conocer todas las posibilidades formativas de las que disponen una vez finalizado el PCPI, tanto en la enseñanza reglada como en la no reglada.
  • Leer textos con el objetivo de analizar su mensaje.
  • Sensibilización medioambiental. En el área de Ciencias de la Naturaleza se realizó, además, un trabajo sobre el calentamiento global.
  • Tratamiento de la discriminación racial y de género, y de la importancia de conseguir construir una sociedad inclusiva.
  • Saber consumir responsablemente y analizar las ventajas de adquirir un producto.
  • Conocer las principales reglas y actitudes que debemos tener como conductores y peatones cuando circulemos (siendo adecuado al estar en edad de sacarse el carnet de conducir o de haber comenzado hace poco a conducir un coche o una moto).
  • Conocer las principales técnicas de primeros auxilios existentes.
  • Mejora de su autoestima.
  • Analizar posibles actividades de ocio y tiempo libre saludables, alternativas a algunas modas conflictivas como las del “botellón”.
  • Desarrollar una actitud emprendedora con vistas a conocer las posibilidades que le brinda la Comunidad de Madrid para montar su propio negocio partiendo de la formación recibida.
  • Atender las dudas y conflictos ocasionados en el aula, y escuchar todas las propuestas que el alumnado emitía con vistas a mejorar la organización y desarrollo del curso.
  • Se puede considerar que se ha partido de que la labor tutorial no como algo puntual dentro del horario, sino como una actuación continua, que implicaba al equipo de profesores. Lamentablemente este año no hemos contado con la colaboración del orientador del centro, puesto que no hemos dispuesto de esa figura en el presente curso.

Conclusiones

La experiencia fue muy enriquecedora para el docente novel, ya que era la primera vez que trabajaba con personas de edad cercana a la suya y además siendo su tutor. Además de lo que se aprende repasando conocimientos de Secundaria y teniendo que saber explicárselos a los alumnos, aprendió a diseñar tareas propias evitando abusar del uso del libro de texto en el aula. Luego, sobre todo aprendió a escuchar a sus alumnos y entender sus problemas. Para ello flexibilizó las fechas de entrega de trabajos y utilizó el aula virtual con el objetivo de ayudar al alumnado a seguir el curso cuando no podía asistir a clase. También realizó las funciones de orientador debido a que en ese curso no se contaba con esa figura en el centro, asesorándoles sobre todas las salidas académicas que tenían una vez finalizasen el PCPI, y también las salidas laborales que tenían para así intentar motivar a alumnado para que siguiera asistiendo a clase y no abandonase el curso. Lamentablemente no se consiguió controlar la asistencia de alumnado como se hubiera deseado. En la memoria del curso, se plantearon como propuestas de mejora el ser más inflexible con la entrega de trabajos porque algunos alumnos se relajaron bastante, tanto en mis materias como en las de los módulos impartidos por el profesorado de Formación Profesional. Luego también buscar alguna manera de controlar la asistencia y penalizar por ello, pero siempre teniendo en cuenta las circunstancias por las que el alumnado haya faltado. Para ello se insistirá más con la entrega de justificantes.


La relación mantenida con el alumnado fue satisfactoria, esforzándose el docente por atender sus necesidades y ayudarles en todo momento. El clima que se creó en el aula fue de confianza y agradable, para que el alumnado asistiera a gusto a clase y motivado. A veces se gastaban bromas, pero nunca resultaron ofensivas. Terminado el curso, el docente siguió enviándoles información de interés por correo electrónico o incluso solicitándole ayuda a uno de los alumnos para que enviase “WhatsApps” con información importante (por ejemplo, el comienzo del plazo de preinscripción en ciclos formativos de Grado Medio).

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